Visible desde varios puntos de Monterrey, este letrero de la marca emblemática, que se retiró el lunes 14 de julio, no solo acompañó generaciones, sino que se convirtió en referencia diaria, punto de encuentro, fondo de fotos, testigo de celebraciones y despedidas.
Más allá de su diseño, el anuncio representó algo más profundo: el arraigo, la autenticidad y las tradiciones del norte. Fue un recordatorio luminoso del carácter único de Monterrey, de su historia y su gente.
Carta Blanca, su historia
La historia de Carta Blanca, que comenzó en 1890 con la fundación de Cervecería Cuauhtémoc, está estrechamente ligada al desarrollo industrial y social de la ciudad. La marca ha acompañado momentos clave en la vida de los regiomontanos, convirtiéndose en un símbolo de orgullo y pertenencia. Su legado se ha tejido en la memoria colectiva como parte esencial de la identidad local.
“El anuncio de Carta Blanca se despide de su lugar en la ciudad, pero no del corazón de quienes lo hicieron parte de su vida. Este es un paso simbólico hacia una nueva etapa, con el mismo orgullo de siempre”, señaló Carlos Alejandro Rosas, Brand Manager de la marca.
Aunque el anuncio ya no estará en su lugar habitual, su esencia sigue viva. Vive en cada brindis, en cada anécdota, en cada calle y en cada reunión donde el espíritu del norte y la historia de Carta Blanca se mantienen presentes.