Más que una cena, fue un homenaje a las raíces culinarias de la región, con sabores impregnados de tradición y fraternidad. La noche del jueves 25 de julio, familias, grupos de amigos y parejas acudieron a este restaurante, en Calzada del Valle, para deleitarse con un delicioso menú de cinco tiempos.
Los asistentes disfrutaron un Tamalindo, cóctel de bievenida por Maestro Dobel, para luego dar paso al Poro a las Brasas, asado en mantequilla clarificada con ajo y piquín limón, y al Queso Panela Atropellado, con el famoso panela de Agua Fría sobre una cama de carne seca.
También degustaron el Taco Weber, de arrachera, y el Short Rib al estilo del Abuelo Jesús, cocinado en cazuela durante la noche, con arroz meloso de rancho. Y de postre, las Orejas Quemadas, a las brasas y cubiertas con nieve de vainilla, mermelada de chabacano, dulce de leche y piloncillo con nuez.
Así se celebró el sabor del norte, auténtico y con carácter.