Conversamos con Sara Galindo, referente de la moda en México y promotora incansable del talento nacional, para conocer su estilo, pasiones y visión del país. En este paréntesis íntimo, comparte lo que lleva en la maleta, el color que define su energía y lo más valioso que ha aprendido en sus viajes por México.
¿De qué diseñador tienes más piezas en tu clóset?
De Eleazar Rosado, especialmente de mi colaboración con él, y también de Julia y Renata.
¿Una prenda que nunca falta en tu maleta?
Un blazer, siempre. Si es invierno, uno abrigador; si es verano, de lino. Lo llevo para salir a cenar o usarlo durante el día. Siento que un blazer siempre te hace ver fabulosa y arreglada.
¿Un color que define tu energía actual?
Amarillo.
¿Madrid en una palabra?
Arte.
En tres: cultural, vibrante y divertida.
¿La prenda artesanal más bella que has visto?
Los vestidos que diseñamos junto a los artesanos de Hidalgo para Kilómetro 33. Me los sigo poniendo, los sigo amando… Para mí son un wow.
Pero también me enloquecen los bordados de Chiapas y los de Oaxaca. ¡Es demasiado! No puedo elegir solo uno… por favor, no.
¿Lo más valioso que aprendiste viajando por México?
Que lo más valioso de México es la nobleza del alma de su gente. No hay nada en el mundo que se le parezca. Lo encuentras tanto en el pueblito más remoto como en los destinos más reconocidos del país. El corazón del mexicano no tiene comparación.
¿Una mujer que te inspira?
Primero, mi mamá.
Y también Michelle Obama. Me fascina.
Oprah Winfrey, por supuesto.
¿Un perfume?
Uso el mío, el que estoy creando y diseñando para lanzar próximamente. Es lo único que uso y lo amo. La gente me detiene en la calle para preguntarme por él.
¿Qué te emociona hoy, más que nunca?
Mi desarrollo humano y mi evolución personal.
Me emociona poder reconocer mis errores, transformarlos, dar saltos cuánticos.
Hoy más que nunca sé que lo único que importa es lo feliz que fuiste en esta vida, y lo poco felices que somos por pensamientos limitantes.
Poder cambiar mi realidad desde adentro me parece mágico. Y claro, también me siguen emocionando los proyectos nuevos, siempre que estén alineados con promover a México. Me han ofrecido muchas cosas aquí en Europa, pero si no honran mi propósito, no me interesan. Solo quiero proyectos que preserven la cultura, los oficios, la calidez y la esencia de México.
¿Destino de vacaciones favorito?
Siempre las playas mexicanas.