Visitar Caprivi en Saltillo siempre es una experiencia distinta. En esta ocasión, más allá de los platillos, lo que realmente destacó fue el servicio cercano y atento, que hizo de la velada algo aún más especial. Desde la llegada, el equipo se encarga de que el comensal se sienta acompañado, guiado y sorprendido en cada momento.
La propuesta de Caprivi se mantiene en constante innovación, y la temporada de chiles en nogada lo confirma. Probamos la versión clásica y la propuesta del chef Josué Aguilera, originario de la CDMX, quien creó un chile en nogada mar y tierra, relleno de ribeye y camarones, flameado en mesa y acompañado con vino 3V de Casa Madero. Una opción distinta y sofisticada para quienes buscan salir de lo tradicional.
La experiencia continuó con el Prime Rib, servido al término medio recomendado por el chef. No solo es un espectáculo a la vista —por la imponente pieza de carne—, también resulta perfecto para maridar con vinos mexicanos de calidad.
En la parte dulce, el buñuelo de canela con miel de agave hecha en casa y nieve de vainilla fue la combinación ideal: crujiente, aromático y delicadamente equilibrado. Lo acompañamos con un carajillo sin shakear, que cerró el momento con un toque clásico.
La mixología también tiene su espacio en Caprivi, y esta temporada el protagonista es el cóctel de Chile en Nogada creado por el mixólogo Brandon López. Una bebida que convierte en líquido la tradición poblana: lleva licor de saúco hecho en casa, mezcal Bendición, licor de nuez, un toque de carnation y tintura de limón amarillo.
Una propuesta que sorprende y que refleja la creatividad de la barra de Caprivi, acostumbrada a presentar cocteles de temporada en colaboración con lugares como Hand Shake o Casa Prunes.
Caprivi no solo ofrece cocina de autor y coctelería innovadora, sino un equipo que cuida cada detalle del servicio. Esa combinación convierte cada visita en un viaje gastronómico completo que vale la pena vivir en Saltillo.
