Fotos: Cortesía
Alfonso Diego Rosas López, artista del tatuaje y diseñador gráfico, continúa consolidando su legado artístico con una propuesta que fusiona técnica, emoción y autenticidad. En el marco de La Gran Vendimia celebrada en el Hotel Rincón del Montero, el creador saltillense llevó su arte a un nuevo escenario, pintando en vivo y mostrando parte de su exposición permanente del Café Bocas.
“Me llevé algunas piezas y me puse a pintar en vivo. Fue una experiencia increíble, con un ambiente muy bonito”, compartió el artista, cuyo trabajo ha tocado la vida de más de 2,300 personas a través del tatuaje.
Con más de 20 años de trayectoria, Alfonso ha explorado medios como el óleo, el acrílico y el muralismo. Sin embargo, es en la piel y el lienzo donde su minimalismo cargado de misticismo cobra vida. Su enfoque artístico es profundamente simbólico, con énfasis en la conexión emocional entre obra y espectador.
La lluvia obligó a interrumpir su pintura en vivo, pero eso no impidió que su presencia destacara en el evento. Cada pincelada fue un reflejo de su sensibilidad artística y compromiso con el arte como forma de sanación, identidad y memoria.
Eventos como La Gran Vendimia sirven como plataforma para talentos locales como Alfonso, reafirmando que el arte de Saltillo tiene voz, fuerza y propósito.
“Quiero que mi trabajo sea un ancla emocional, una conexión con lo que somos y lo que trasciende”,
Alfonso Diego Rosas López