Jesús del Río construyó su carrera en torno al negocio familiar. Con talento y visión, convirtió la empresa familiar en un referente del sector eléctrico en Torreón. Profesionalizó, creció, vendió. Y cuando parecía que todo estaba en su punto más alto, algo empezó a fracturarse por dentro.
“Pasé de moverme por culpa a moverme por soberbia. Me sentía el más exitoso, pero era puro vacío por dentro”, reconoce.
Aunque siempre fue funcional —trabajador, deportista, estratega—, los excesos y los conflictos familiares marcaron una caída silenciosa. Y cuando su empresa volvió a tambalearse, el equipo de Nóvament y Jesús Kike Pérez, socio fundador de la consultoría, con quien trabajaba desde hace tiempo, fue quien lo enfrentó con una verdad incómoda.
“En una sesión de consultoría, me lo dijeron: estás perdiendo el piso. Y tenían razón”.
La caída silenciosa
Aquel momento fue el punto que lo cambió todo. A nivel personal, Jesús ya estaba fuera de casa, su hija atravesaba una crisis profunda y él empezaba a perder sentido de todo. A nivel empresarial, las finanzas eran insostenibles, los equipos no respondían y el liderazgo estaba quebrado.
“Yo seguía creyendo que todo lo podía controlar. Hasta que ya no quedó nada. Ni negocios, ni familia, ni salud emocional. Ahí toqué fondo”.
Durante ocho meses vivió sin salir, sin tomar, sin distraerse. Solo con trabajo, bicicleta, terapia y reflexión. “Tuve que aprender a llorar, a pedir perdón, a callarme, a no tener la razón”.
Poco a poco, reconstruyó. Primero la confianza en sí mismo. Luego la de su familia. Y con el tiempo, la de sus colaboradores y clientes. Su empresa hoy atraviesa un proceso de institucionalización con nuevos liderazgos, y él ya no es el jefe autoritario que era antes. Ahora escucha, delega y busca formar a los que vienen detrás.
Y en ese camino, Nóvament se mantuvo como acompañante estratégico, esta vez no solo para la empresa, sino para ayudarle a redefinir su estilo de liderazgo y reconstruir una organización desde la conciencia.
“Antes contrataba consultores para que le dijeran a mi equipo lo que yo quería oír. Hoy es diferente. Hoy dejo que ellos tomen decisiones, y yo escucho”.
Nuevo liderazgo construido desde la humildad
Con la guía de Nóvament están generando nuevas estructuras, directores funcionales, indicadores claros y un sistema de compensación variable más alineado al crecimiento.
“Ya no quiero ser el jefe que impone. Quiero ser el líder que sirve”.
Aunque ha logrado volver a levantar su empresa, Jesús tiene claro qué es lo que más valora hoy: la recuperación emocional y espiritual de su hija Dani. “Ella estuvo muy mal. Dos intentos de suicidio. Hoy vive en Italia, estudia arte, lidera su grupo espiritual. Es mi mayor logro. Y el más inesperado”.
Jesús del Río no quiere volver a ser quien fue. Ni en lo personal, ni en lo profesional. Hoy vive con propósito: servir a su familia, a su equipo, y a quien pueda inspirarse en su historia.
A lo largo de su proceso, Jesús del Río no ha estado solo. Detrás, ha contado con aliados clave que han sabido decirle la verdad en los momentos donde más se necesita. Uno de ellos fue Kike Pérez, socio fundador de la consultora Nóvament, quien ha acompañado durante más de una década su camino profesional… y personal.
Jesús Kike Pérez ha creado un espacio en formato de podcast llamado Líderes Ocultos, donde personajes como Jesús del Río —discretos, resilientes, transformados— pueden contar su historia con total honestidad.
Ve el capítulo completo en su canal de YouTube
Conoce más de Nóvament y Jesús Kike Pérez
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